La muerte es una forma de manipulación, creada, para generar miedo al
ser humano, durante toda su vida.
La tierra es el único lugar del universo, donde se ha establecido la
muerte como un hecho verdadero. Nos han generado la creencia, que somos seres finitos,
dejando ocultas o a la esperanza de cada uno, nuestra inmortalidad más allá de
este cuerpo físico.
La muerte del cuerpo, debería ser una alegría máxima, ya que volvemos
a nuestra verdadera esencia, recobramos nuestra consciencia completa, dejando atrás
la pesadez y ceguera de este mundo.
En mis experiencias personales, al realizar una sesión de Luz, algunas
personas, se les brinda el regalo de ir a cielos intermedios, donde conviven
con la verdadera realidad, sintiéndose plenos y llenos de alegría, entendiendo que
son parte de Dios. Además de poder contemplar y compartir con familiares o
amigos que ya han partido de este planeta, sintiéndolos en su real sabiduría,
esencia y cuerpo de Luz.
Nunca desaparecemos, sino que continuamos buscando nuestra evolución,
hasta volvernos a fusionar con la Energía Universal, Dios, el Todo.